Elevándose orgullosamente por encima del río Dronne, esta joya del Périgord Verde combina una fortaleza medieval del siglo XIII, dominada por un imponente torreón, y un castillo renacentista que alberga una de las colecciones de muebles más ricas de Nueva Aquitania. El castillo se puede visitar a su propio ritmo, pero es durante las vacaciones escolares cuando la experiencia adquiere una dimensión única. Con su familia, participen en talleres para descubrir la pericia de antaño. Para vivir...